Fundado en 1852 por hombres visionarios que perseguían el desarrollo integral de la Argentina, el Club fue creado unos días después de la batalla de Caseros, que terminó con el ejército de la Confederación Argentina a cargo de Juan Manuel de Rosas. Tuvo una mente inspirativa: la de Diego de Alvear, que fue acompañado por 56 vecinos de la ciudad de Buenos Aires. Pero todo tuvo un alto costo para la democracia.
¿Qué significó el Club del Progreso en aquella argentina de los años ochenta? La sociedad se encontraba dividida por dos posturas aparentemente irreconciliables: la federalista y la centralista, que se identificaba con los gobiernos porteños, cuyos conflictos permanentes dificultaban el desarrollo del país.
Su fundación fue un año antes de la sanción de la Constitución Nacional y se puede decir que por él pasó la vida política del país. Su creación significó fundar una institución social identificada con la historia política nacional y con hombres que forjaron la Organización Nacional, casi todos ellos vinculados al negocio agro exportador. Mitre se incorporó como socio en 1855 y Sarmiento en 1857 y la entidad fue presidida durante varios años por Roque Saenz Peña.
Pero la historia del país tuvo importantes sobresaltos, como la represión de la huelga de los Talleres Vasena por la fuerza policial creada por la Liga Patriótica Argentina. Esto no fue todo, el 6 de septiembre de 1930, el mismo día que el general José Félix Uriburu tomó el poder por la fuerza, un grupo salido del Club del Progreso, junto a otro perteneciente al Círculo de Armas, asaltó el domicilio particular del presidente radical Hipólito Irigoyen, destruyendo prácticamente su casa. Muchos de sus miembros fueron partidarios de la Revolución de 1930, conocida como la Semana Trágica. Estos sobresaltos de la democracia produjeron un hecho que no hay que desconocer: durante casi cincuenta años ningún presidente argentino concurrió al Club.
Un dato: a pesar del machismo imperante en la época, las mujeres siempre tuvieron las puertas abiertas del Club para ser aceptadas como socias.
El Club mantuvo su dirección en Avenida de Mayo al 600 hasta el año 1941 cuando finalmente cambió la antigua sede por la de la calle Sarmiento 1334, residencia privada de un miembro de la familia Duhau.
La primera comisión directiva
Según el Acta de Fundación, Diego de Alvear como presidente y Felipe Lavallol como vicepresidente formaron la primera Comisión Directiva. Fueron acompañados por Delfín Huergo, Francisco Chas, Mariano Casares, Santiago Calzadilla, Juan Martín Estrada, Féliz de Sellis, Ambrosio Del Molino Francisco Moreno, José Martínez, Rufino Elizalde y Gervasio de Posadas.
El regreso a la vida democrática
La historia convulsionada del Club hizo que a lo largo del tiempo se alternaran en los salones de la institución los bailes y las guitarreadas con las guerras y las conmociones internas de la vida institucional de la Nación.
Un dato: a pesar del machismo imperante en la época, las mujeres siempre tuvieron las puertas abiertas del Club para ser aceptadas como socias. Late en el recuerdo, el homenaje que en 1903 se realizó en sus salones a la gran escultora Lola Mora por la creación de su famosa obra, y varios años después el Club celebró sus ochenta años de vida con la Primera Exposición del Libro Argentino, un antecedente que es considerado como nuestra conocida Feria del Libro.
Pasaron los años hasta que un grupo de ciudadanos de distinta extracción política y otros sin militancia ideológica alguna empujaron la idea de un reencuentro ideológico de los argentinos, reanudando las actividades cívico culturales con una nueva comisión directiva presidida por Guillermo Lascano Quintana y, luego, por Bartolomé Tiscornia, hombres que abrieron las puertas a destacadas figuras de la política, la cultura, la ciencia y el deporte, con seminarios, debates y encuentros periódicos.
Hoy el Club del Progreso cuenta con unos trescientos socios entre los que se destacan Marcos Aguinis, Gerardo A. Conte Grand, Albino Gómez, María Sáenz Quesada, Carlos Corach y Daniel Sabsay, entre muchos otros.
Desde 1852, 18 socios activos del Club, ejercieron la presidencia del país: Juan José de Urquiza, Bartolomé Mitre, Domingo Faustino Sarmiento, Nicolás Avellaneda, Julio Argentino Roca, Carlos Pellegrini, Luis Sáenz Peña, Manuel Quintana, José Figueroa Alcorta, Roque Sáenz Peña, Victorino de la Plaza, Hipólito Irigoyen, Marcelo Torcuato de Alvear, José Evaristo Uriburo, Roberto M. Ortiz, Fernando de la Rúa y Raúl Ricardo Alfonsín y Mauricio Macri.