Espectacular. Con una sola palabra se intenta describir al que quizás sea el hotel más emblemático de la Argentina. Cuando uno entra a su imponente lobby, queda sin habla. Las impagables vistas de los lagos Nahuel Huapi y Moreno; el ciprés de su interior, que mágicamente invade todos los sentidos; la atención cálida y amable de su gente; la extraordinaria cancha de golf, y el spa, con su inigualable piscina sin fin: todos estos lugares e imágenes hacen sentir privilegiado a todo aquel que se hospeda en el Llao Llao.

Actualmente, cuenta con más de doscientas habitaciones, repartidas entre la originaria Ala Bustillo y la más reciente Ala Moreno, que funciona desde 2007. Además, pertenece al prestigioso consorcio hotelero Leading Hotels of the World.

Algunos hoteles se convierten en símbolos de una ciudad. Por varios motivos, este lugar es uno de los más representativos de Mendoza. Originalmente supo ser el Plaza Hotel, que abriera sus puertas en 1924 e inaugurara la primera sala de juegos de la provincia. En el año 2001, la nueva concesión renovó casi por completo el viejo hotel y lo convirtió en el primer cinco estrellas de la provincia. ¿La condición? Mantener la histórica fachada de estilo colonial del siglo XIX.

Ubicado neurálgicamente frente a la plaza Independencia, el hotel cuenta con ciento ochenta y seis habitaciones y suites, un spa y una piscina al aire libre, tres reconocidos restaurantes que ofrecen lo mejor de la afamada gastronomía de la zona y, claro, el casino. Visitar Mendoza es algo casi obligado para todo aquel que busque conocer lo mejor de la Argentina. Y tomar una copa en la terraza del Park Hyatt es toda una experiencia en sí misma.

No muchas provincias pueden jactarse de ser conocidas casi oficialmente como “la linda”. Salta, sí; y hace honor a su apodo. Se trata de una provincia con una gran oferta hotelera, pero existe la oportunidad de elegir algo distinto a la hora de visitarla y pasar unos días allí: el hotel Salta.

Como toda capital, Buenos Aires cuenta con una infinita oferta hotelera. Dentro de ella, son muchos los alojamientos que tienen su historia y su simbolismo para la ciudad. Sin embargo, el Alvear es el primero que surge a la hora de mencionar un hotel emblemático para los porteños.

Son pocos los establecimientos de cualquier tipo en nuestro país que cuentan con más de un siglo de vida, y el Savoy de Rosario es uno de ellos. Inaugurado en abril de 1910 –en lo que supo ser todo un acontecimiento social–, el hotel es un lugar de referencia y de identidad emocional para Rosario. Desde hace algunos años, la cadena Esplendor de la compañía Wyndham está al frente del managing del hotel, que oportunamente recibió una minuciosa restauración, en busca de recuperar el esplendor que supo tener el hotel en sus primeras épocas. Pisos de pinotea; lámparas art nouveau y art déco de las galerías, los pasillos y las circulaciones del hotel; mayólicas y mosaicos con dibujos en todas las áreas comunes; vanitories esmaltados; marquetería de cedro y caoba, y sillas Thonet son tan solo algunos de los elementos de antaño que se intentan preservar.

Otra gran obra de Bustillo, que completa su majestuosa trilogía en este conteo, del norte al sur del país. El Provincial es un auténtico monumento en sí mismo: todo es grande, todo es majestuoso o, al menos, supo serlo. Inaugurado en 1946, en el centro de Mar del Plata y a escasos metros de la famosa playa Bristol, el lugar supo ser el summum del destino vacacional por excelencia y llegó a convertirse en emblema y postal de la ciudad.

Se trata de un lugar legendario, con más de 100 años de vida y un pasado muy ligado a la historia de Villa La Angostura. Ubicado en otro lugar mágico de nuestra geografía, el hotel cuelga de un risco que sobrevuela el río Correntoso y un sector del lago Nahuel Huapi, símbolo de la zona. El italiano Primo Capraro y su mujer Rosa Maier comenzaron a construir en madera las primeras cabañas hasta emplazar veinte habitaciones, que rápidamente se completaron con pescadores deportivos y turistas.

“Donde termina el mundo que conocemos, empieza uno mejor”. Bajo esta premisa, Los Cauquenes se integra armónicamente en un entorno natural de mar, lagos y montañas. Situado a sólo 10 minutos del centro de la ciudad, 5 del aeropuerto y 35 del Ski Resort, posee 45 habitaciones (incluidas de 10 Suites) con vistas únicas al Canal Beagle y los picos nevados de la imponente cordillera de los Andes. El hotel se caracteriza por su arquitectura típicamente fueguina, revestido exteriormente con madera de lenga y piedra de la zona, y su decoración cálida que acompaña armónicamente con los paisajes que se pueden disfrutar desde todas las áreas del hotel.

Su nombre lo dice todo. La vista de este hotel hacia los ríos Paraná e Iguazú es su punto fuerte, y lo deja en claro. Se sitúa sobre una loma mirando al Hito de las Tres Fronteras, a solo quince minutos de las cataratas del Iguazú y a dos cuadras del centro de Puerto Iguazú.

Durante muchas décadas, Córdoba supo ser el destino de vacaciones de las familias de alta alcurnia del país. Emplazado en la zona de Valle Hermoso, muy cerca de la capital, se encuentra este hotel, construido allá por el año 1870 como casco principal de la estancia Las Playas. A principios del siglo XX, El Castillo se amplió para transformarse en el lujoso Hotel Monte Olivo. Durante treinta años, el hotel quedó sin uso, aunque fue utilizado como colonia de vacaciones y también concesionado a distintos operadores. En 2002, recobró su valor histórico gracias a una restauración que duró cuatro años, realizada y dirigida por la familia Fábrega, y desde 2006 funciona bajo el nombre de El Castillo Hotel - Fabrega Organizational Center.