La historia de lo que hoy es Buenos Aires no deja de sorprendernos. La actual Casa Rosada tiene enterrados los restos de lo que fue el denominado Palacio de los Virreyes, que albergó a once autoridades hasta 1810.
El Fuerte de Buenos Aires fue una fortaleza destinada a defender la ciudad y a ser sede de las autoridades que residían en la misma. Su construcción se inició en 1595 y después de varias refacciones se finalizó recién a comienzos del siglo XVIII, siendo demolido en 1882.
Se encontraba emplazado sobre la barranca del Río de la Plata, que en ese entonces llegaba a menos de cien metros de la Plaza de Mayo, ocupando el sitio en el que hoy vemos a la Casa Rosada.

Fuerte de Buenos Aires, construido sobre la barranca del Río de la Plata.
En 1761 se concluyó una nueva residencia para los gobernadores, mientras que en 1787 se construyó el Palacio de los Virreyes; hasta que en 1795 se levantó el “nuevo Palacio de los Virreyes”, en el que las autoridades contaron con suntuosos salones. Este edificio, que fue diseñado por José García Martínez de Cáceres y dirigido por Francisco García Carrasco, puede considerarse como el exponente del nivel más alto al que llegó la arquitectura civil porteña a fines del siglo XIX.
En 2018 una cuadrilla de operarios comenzó a excavar una fosa a fin de instalar nuevos ascensores en la Casa Rosada. Grande fue la sorpresa cuando unos metros bajo tierra se encontraron con un bloque macizo de ladrillo y cal. Se trataba del Palacio de los Virreyes.

La Casa de Gobierno en la actualidad
UN PALACIO SUNTUOSO
Daniel Gastón Schávelzon (PhD) es un arquitecto y arqueólogo argentino que inició su carrera profesional en esas disciplinas como docente e investigador en Ecuador, trasladándose luego a México, donde se interesó por la problemática de la conservación y restauración de monumentos arquitectónicos prehispánicos. De vuelta en la Argentina en el año 1984, puso en marcha el Programa de Arqueología Urbana de la Universidad de Buenos Aires y condujo desde 1991 el Centro de Arqueología Urbana en el ámbito de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo. Asimismo, es Investigador Superior del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) donde ingresó en 1985, y consultor de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) para declaratorias de Patrimonio de la Humanidad.

Daniel Schavelzon
Las excavaciones y estudios en edificios significativos como el Cabildo, Casa Ezcurra, Imprenta Coni, la Aduana Taylor, el Museo Histórico Nacional, el Caserón de Rosas, parques como Palermo y Lezama, le valieron el reconocimiento de la actividad como campo de investigación científica por los organismos nacionales. Además, estableció en el año 2000 el Congreso Nacional de Arqueología Histórica -presidido por él ese mismo año y también en 2015-, el cual se realiza cada tres años.

Aduana Taylor y restos del Fuerte. Hoy es el Museo del Bicentenario.
EL DESCUBRIMIENTO
En el año 2018, el gobierno nacional de ese entonces destinó una cuadrilla de operarios para excavar una fosa a fin de instalar nuevos ascensores en la Casa Rosada. Grande fue la sorpresa cuando unos metros bajo tierra se encontraron con un bloque macizo de ladrillo y cal. De inmediato interrumpieron los trabajos pero nunca se imaginaron que estaban ante el descubrimiento arqueológico de mayor importancia y antigüedad de la ciudad de Buenos Aires: el Palacio de los Virreyes del Río de la Plata, la primera sede del poder político y gubernamental hasta fines del siglo XIX, luego de lo cual comenzó la construcción de la actual Casa de Gobierno.
Ahí fue cuando intervino el arqueólogo Daniel Schávelzon quien inició una serie de peritajes que, según la Secretaría General de la Presidencia, y la Comisión Nacional de Monumentos determinaron que las piezas halladas eran de un incalculable valor histórico patrimonial.

Plano antiguo de la costa de Buenos Aires
El edificio estaba dentro del Fuerte de la ciudad, asiento de las autoridades españolas. En el interior había una gran muralla en forma de estrella, rodeada por una fosa, que a su vez albergaba al Palacio del Virrey, y una guarnición militar. En 1853 se demolió el fuerte, y en 1880 se tiró abajo el Palacio para crear una nueva Casa de Gobierno.
Pocos metros luego del ingreso por Balcarce 50 está el llamado Hall de los Patriotas. Allí, se estudiaron los materiales ubicados en profundidad, en el marco de un rectángulo de 7,50 por 4,50 metros. Las piezas encontradas consisten en un conjunto de ladrillos con juntas de barro y el basamento de un muro, hecho de ladrillos y cal, en forma de "L", de 1,60 m de ancho. Debajo de esta estructura habría cimientos más antiguos correspondientes a 1580, es decir a la época en que se fundó Buenos Aires. Sin embargo en el lugar se encontraron fragmentos, entre otros, de cerámicas indígena, criolla y mayólicas españolas.

Restos del Palacio de los Virreyes, el hallazgo más antiguo de la ciudad
Oportunamente, Schávelzon dejó trascender la emoción ante el hallazgo, asegurando que la casa de Juan Manuel de Rosas, en la calle Moreno, es poco o nada en comparación con esta enorme construcción, 150 años más antigua. Dentro del conjunto arquitectónico no religioso, es la pieza más antigua de la ciudad. Lo único anterior a este descubrimiento es un cimiento frente a la Basílica de San Ignacio.
El edificio estaba dentro del Fuerte de la ciudad, asiento de las autoridades españolas. Más tarde fue usado por los criollos. En el interior había una gran muralla en forma de estrella, rodeada por una fosa, que a su vez albergaba al Palacio del Virrey, y una guarnición militar. En 1853 se demolió el fuerte, y en 1880 se tiró abajo el Palacio para crear una nueva Casa de Gobierno.