El litio existente en Jujuy, Salta y Catamarca es de alta concentración y escasas impurezas. De acuerdo con datos de la Secretaría de Minería, ya hay una inversión de USD 2.000 millones en nuestro país y más de 50 proyectos de capital extranjero para su explotación.
Sin duda, el litio es hoy un mineral de moda, a tal punto que los países con reservorios importantes tienen grandes esperanzas en su producción y exportación. Uno de ellos es la Argentina, que junto a Chile y Bolivia integra el denominado triángulo del Cono Sur, que concentra nada menos que el 80% del total las reservas del mundo.
Por su parte, el Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS) ubica a la Argentina en la cuarta posición en la producción mundial de litio, luego de Australia, Chile y China, con más de 870.000 hectáreas para explotación.
El litio existente en Jujuy, Salta y Catamarca tiene ciertas particularidades importantes: es de alta concentración y escasas impurezas. Esto se debe al ingreso de manantiales hidrotermales que agregan litio al salar y al reservorio de salmuera. Cabe aclarar que es el metal más liviano, con la mitad de la densidad del agua y presenta excelentes condiciones en la conducción del calor y la electricidad.
Las grandes potencias como Estados Unidos, China, Canadá, Francia y Japón han demostrado su interés en el litio existente en el norte argentino, fundamentalmente impulsadas por la transformación de la industria automotriz, las baterías de celulares, y maquinarias industriales.
Actualmente, nuestro país exporta dos productos primarios: el carbonato de litio extraído de la salmuera, que conforma el 93% de este paquete, y el cloruro de litio.
Según un informe elaborado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Ministerio de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología de la Nación, la Argentina tiene potencial suficiente para convertirse en el principal productor mundial de carbonato de litio.
Héctor Simone, presidente del Instituto del Litio, ubicado en la ciudad de Palpalá, en la provincia de Jujuy, comentó que en dicha institución se avanza en la investigación de los procesos de obtención de material activo de litio metálico, el cual tiene más rendimiento que el ferro fosfato de litio, componente activo de las actuales baterías. También dijo que se investigan los procesos de obtención de sales de magnesio en los salares, obtención de carbonato de litio por métodos electrolíticos y la recuperación de agua de evaporación para ser utilizada, por ejemplo, con fines agrícolas.
Asimismo, el funcionario mencionó que ese centro no está constituido jurídicamente como ente u organismo del Estado, sino que está integrado por el Instituto de Datación y Arqueometría –INDyA-, el Instituto Jujeño de Energía Renovable y Eficiencia Energética –IJERyEE- y el Centro de Investigación y Desarrollo de Materiales Avanzados en Almacenamiento de Energía –CIDMEJu-, conocido también como Instituto del Litio.
En coordinación con dicho instituto, la provincia de Jujuy acaba de asociarse con la empresa italiana SERI, que tiene una larga trayectoria en la fabricación de baterías de litio en Europa. Gracias al know how italiano la producción jujeña se integra en la cadena de valor internacional en un sector estratégico para el futuro de ambos países. SERI tendrá mayor exclusividad que los países asiáticos a la hora de ingresar las baterías a la Unión Europea.
De acuerdo con datos de la Secretaría de Minería, ya hay una inversión de unos USD 2.000 millones en nuestro país y más de 50 proyectos de capital extranjero. Esto significa que si bien las empresas extranjeras hasta ahora se radicaban en Jujuy, Salta o Catamarca para extraer el litio y llevarlo a sus países para la producción de baterías, de ahora en más producirán en nuestro país.
Es de destacar que el litio es el único componente que no se reemplaza en una batería. Por ello y por las otras aplicaciones se considera que el litio no tendría techo ya que la demanda mundial aumenta día a día.
Otra provincia importante en lo que respecta al litio es Salta, a tal punto que se considera que tendrá grandes posibilidades de expansión, ya que respeta todos los criterios medioambientales y de licencia social propuestos desde el Gobierno Nacional.
Respecto de Bolivia, sus yacimientos más grandes se encuentran en el salar de Uyuni, en el departamento de Potosí. El salar, situado a una altura de 3.670 m.s.n.m., es uno de los más grandes del mundo y su costra de sal cubre una superficie que abarca unos 180 km. de largo y 80 km. de ancho. Chile, por su parte, posee alrededor del 52% de las reservas mundiales de litio en forma de salmuera -de la que se obtiene carbonato de litio- y se encuentra contenido en el Salar de Atacama, en la II Región de dicho país.
Aunque el mercado del litio es relativamente pequeño comparado con el de otros metales como el cobre o el oro, tiene la particularidad de ser dinámico, ya que su demanda está siendo impulsada por un fuerte aumento en la fabricación de baterías para vehículos eléctricos, lo que supone una gran oportunidad para nuestra industria.
De acuerdo con datos de la Secretaría de Minería, ya hay una inversión de unos USD 2.000 millones en nuestro país y más de 50 proyectos de capital extranjero para la explotación del litio.